El pueblo saharaui, ante el incumplimiento sistemático del Plan de Paz por parte de Marruecos y la inacción cómplice de la comunidad internacional no ha dejado de luchar por sus derechos legítimos. El viernes 13 de noviembre, tropas marroquíes atacaron con fuego real a la población saharaui que de forma pacífica bloqueaba la ilegal carretera del Guerguerat, zona que se sitúa en el límite sur del territorio del Sáhara Occidental, entre el muro marroquí y la frontera con Mauritania. Una zona tapón según los acuerdos de paz de 1991 y, por tanto, bajo el control de la MINURSO, sin que las dos partes puedan hacer uso de ella. Sin embargo, y a pesar de lo establecido en aquel acuerdo de paz, hace tres años Marruecos comenzó la obra de asfaltado de una carretera en esta zona con el objetivo de continuar con el expolio de los recursos naturales del Sahara ocupado. A pesar de los esfuerzos, la imposibilidad de alcanzar una solución pacífica está a punto de convertirse en un episodio de guerra armada. En caso de que se produzca, las responsabilidades habrá que buscarlas entre quienes no han hecho nada o directamente han puesto palos en las ruedas de un proceso de descolonización incompleto que todavía tiene un referéndum y muchas deudas pendientes.
Hoy en día se hace absolutamente necesario recordar y denunciar que el pasado sábado 14 de noviembre se cumplen 45 años de la traición de las elites y de los diferentes gobiernos españoles al pueblo saharaui. hoy en día, en fechas próximas a la constitución del nuevo gobierno sigue sin cambiar nada, solo alguna que otra tibia declaración de apoyo a la celebración del prometido referendum, pero nada más. La traición continúa hoy en día. Los Acuerdos Tripartitos de Madrid (nombre que esconde una Declaración de Principios entre España, Marruecos y Mauritania sobre el Sahara Occidental que solo sirvió para la justificar la entrega del territorio a Marruecos y Mauritania) no solo pretendían legitimar la ocupación del Sahara, sino también liberar a España de sus responsabilidades como potencia colonizadora, algo ilegal dado que la ONU nunca ha reconocido la validez jurídica de estos acuerdos tripartitos. Lo que significa que, a todos los efectos, España sigue siendo hoy la potencia colonizadora y, por lo tanto, el Sáhara sigue siendo un territorio pendiente de descolonizar. Esto transfiere al Gobierno español una responsabilidad que ha sido sistemáticamente obviada en los últimos 45 últimos años, en los cuales se ha situado siempre del lado de la ocupación marroquí.
El actual Gobierno de coalición no solo rompió la tónica monocolor del bipartidismo reinante durante cuatro décadas, sino que levantó también esperanzas de cambio en la política exterior española y, en concreto, en la asunción definitiva de una responsabilidad histórica con el pueblo saharaui que ni hoy ni nunca debería ser negociable. Sin embargo, por el momento la entrada de Unidas Podemos en el Gobierno no ha modificado un ápice la posición española cómplice con la ocupación marroquí. Pero esa irresponsabilidad no es exclusiva: si todas aquellas personas solidarias con nuestros hermanos y hermanas saharauis no nos movemos, seguramente nada cambie. Cansado de esperar, el pueblo saharaui lleva semanas movilizándose y reivindicando en el Guerguerat la desobediencia pacífica como motor de cambio. Marruecos recurre de nuevo a la represión, interviniendo militarmente en una zona desmilitarizada y, por lo tanto, incurriendo nuevamente en una ilegalidad internacional a los ojos de una comunidad que sigue mirando para otro lado. Con o sin Gobierno de España asumiendo finalmente su responsabilidad histórica y legal o siguiendo haciendo oídos sordos, no podemos dejar al pueblo saharaui solo frente al ocupante. 45 años de vergüenza ya son suficientes.
Estaría bien convertir de una vez por todas todo este movimiento solidario y cercano de los pueblos y ayuntamientos de todo el estado, en un movimiento que obligue a los responsables políticos correspondientes, para que de una vez por todas se cumplan los acuerdos internacionales, hasta la construcción de un Estado Saharaui Independiente. ¡¡SAHARA LIBRE!!
Declaración Institucional con motivo de los últimos incidentes producidos en el Sáhara
Un día antes del 45 aniversario de los “acuerdos tripartitos” de Madrid, por los que España abandonó y traicionó al Pueblo Saharaui, el ejército marroquí entraba en una zona desmilitarizada controlada por el FP para disolver una protesta pacífica de civiles saharauis, que reclamaban el cierre de una brecha ilegal abierta en el muro de guerra marroquí cuya finalidad era la de facilitar la exportación de bienes y recursos expoliados al pueblo saharaui. Los manifestantes solo pedían el cumplimiento de los acuerdos de paz firmados por Marruecos y el Frente Polisario con el aval de las Naciones Unidas y la Unión Africana.
La zona de El Guerguerat es una brecha ilegal abierta en el muro de guerra marroquí, que Marruecos construyó en 2001, diez años después del alto el fuego y supone una violación flagrante del acuerdo entre las partes. Ya entonces la ONU apercibió a Marruecos para que la abandonase, algo que no ha hecho nunca, pese a las reiteradas denuncias saharauis. Por el contrario lo utiliza como carretera para transportar hasta Mauritania bienes y recursos expoliados al pueblo saharaui.
Desde la firma del Alto el Fuego en 1991, Marruecos los ha vulnerado sistemáticamente. Pese a ello, el Frente Polisario siempre ha respondido apelando a las Naciones Unidas, como responsable del cumplimiento de dichos acuerdos.
En octubre de 2019 el FP ya advirtió que el Consejo de Seguridad, el Secretario General y la MINURSO, que es la misión de la ONU para organizar el referéndum en el Sáhara Occidental y velar por el respeto del alto el fuego, habían defraudado todas las esperanzas que el Pueblo Saharaui había depositado en la Organización.
La inacción de la ONU ha culminado con la última resolución del consejo de Seguridad, que perpetua el estatus quo del territorio que está bajo ocupación ilegal por parte de Marruecos.
En todo este tiempo el Frente Polisario ha demostrado pacientemente, con hechos, que apostaba por una solución pacífica y negociada. Desgraciadamente la posición de Marruecos, como demuestra la violación del alto el fuego el pasado viernes, no es otra que la de abortar cualquier esfuerzo de la ONU y de la Comunidad Internacional encaminado a la organización y celebración del referéndum de autodeterminación, objeto y fin de los acuerdos firmados hace 29 años entre las partes bajo la doble supervisión de NNUU y la Unión Africana.
Todo ello ha llevado al Frente Polisario a considerar roto el alto el fuego y a declarar el estado de guerra con Marruecos, desencadenándose una crisis de imprevisibles consecuencias, que amenaza seriamente la estabilidad y la seguridad en toda la región del Magreb.
Especialmente preocupante es la postura del actual Gobierno de coalición, así como la que han mantenido todos los Gobiernos de la democracia de nuestro País, que eludiendo las responsabilidades que le corresponden como potencia administradora, se han plegado siempre a los intereses marroquíes, actuando contra el derecho internacional y permitiendo la violación de los derechos humanos en el Sáhara Occidental.
El ejemplo más reciente de lo que decimos y que demuestra el miedo incomprensible de la diplomacia española a nuestro vecino del sur, es que en lo que va de año ha dejado emigrar a 8.000 inmigrantes a las costas de Canarias.
Ante estos hechos:
- Hoy más que nunca reiteramos nuestra solidaridad activa con el pueblo saharaui y nuestro apoyo al Frente Polisario, su único y legítimo representante. Son 45 años confiando en la ONU y en los organismos internacionales.
- Reafirmamos que, de acuerdo con la legislación internacional y las resoluciones de la O.N.U, el Pueblo Saharaui debe ejercer su derecho a la autodeterminación.
- El Frente Polisario, en su calidad de Movimiento de Liberación Nacional, está legitimado a defender este derecho contra cualquier tipo de ataque, como el efectuado por el ejército marroquí el pasado viernes 13 de Noviembre.
- Responsabilizamos al Reino marroquí de la violación del Alto el Fuego de 1991 y como único responsable de la inestabilidad que se ha generado y que se puede extender a toda la región del Magreb.
- Instamos a la MINURSO y a las Naciones Unidas a que garanticen la seguridad en la zona, la vigilancia de los Derechos Humanos de la población saharaui y promueva, sin más dilación, la solución justa y definitiva del conflicto del Sáhara Occidental, mediante la celebración del referéndum de autodeterminación, lo único que garantiza una solución pacífica del conflicto. Con carácter inmediato debe exigir la retirada del ejército marroquí de la zona.
- Exhortamos al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) a que asuma sus responsabilidades por todo lo que acontece en el Sáhara Occidental, dado que es un Territorio No Autónomo, ilegalmente ocupado por Marruecos, bajo mandato de la ONU y porque las dos partes en conflicto son firmantes de las Convenciones de Ginebra.
- Exigimos al gobierno español a asumir su responsabilidad como potencia administradora ‘de iure’ del Sáhara Occidental, y a actuar en consecuencia, siendo parte activa en la consecución del referéndum para el pueblo saharaui, y en la protección de la población civil saharaui.
Finalmente se envía el presente comunicado al Secretario General de la ONU, a los países miembros del Consejo de Seguridad, al Comité Internacional de Cruz Roja, al Gobierno de España y a la delegación del Frente Polisario en España.
Lebrija a 20 de noviembre de 2020